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La Tela de AraKne

AVALÓN

Me hizo una pregunta:

- ¿Y por qué te quedaste un tiempo al lado de alguien cruel?

- No sé - titubee- porque yo antes era distinta... porque cuando llegué... venía cargada de malos instintos. Me habían rajado el alma

- No. Tú te la rajaste. El alma es tuya. Tú lo permitiste. Nadie te lo hizo...

Sus manos estaban tras la espalda apoyándose en la barandilla del paseo de playa y las mías tras la espalda apoyándose en el cuerpo grueso de la farola de paseo de playa y estábamos tan próximos uno enfrente del otro que a veces cuando movía un pie, sin querer, me pisaba el mío... Y su respuesta me sorprendió como poco a poco me fueron sorprendiendo todas sus actitudes para conmigo durante los momentos que pasamos juntos ayer noche... Y como me sorprendió mi propia respuesta.

- Vamos a ver... ¿Por qué era cruel? -dijo.

Y yo no supe que decirle pero porque no supe casi que decirle en ningún momento. Me había atascado al inicio de nuestro encuentro en una expresión que tuvo. A mí puede ocurrirme eso... y sé que él diría: - A ti y a todos. No eres diferente.

Y por eso me siento tan extraña hoy. He tenido la gran suerte de conocer a una persona que no insiste en las diferencias sino en las igualdades y he tenido la gran suerte de que existiera una noche en la que todo sucedió para que ahora ocurran las cosas de otra manera... No voy a sumar mi número ya. No sé que número voy a sumar pero no será el de siempre.

- Era cruel. No sé, tendría que dejarte leer algunas cosas suyas que escribió públicamente para que lo entendieras

- No.

La respuesta fue terminante y dura

- No - repitió- No me lo dejes. No quiero leerlo...

No quería que nadie lograra despertar de nuevo sus malos sentimientos

Y tuve que detenerme ahí porque he tomado la decisión de no volver a repetir palabra por palabra e integralmente todas las conversaciones que se tengan conmigo. Sólo lo haré hasta el punto donde sea como ese hilo de piel de plátano del que yo necesito tirar. Él dice que eso es lo que hago; que a mi cerebro no le sucede nada malo. Dice que sólo es que agarro ese hilo y va saliendo todo... porque yo escucho.

- Allá él si es cruel y tú no inviertas ni un minuto de tu tiempo en el odio porque es tiempo perdido; hazlo sólo en el 'Amor'. Sólo la belleza y el amor liberan

Había echado a caminar en dirección al coche y yo con él. Me estremecí y me arrebujó contra su cuerpo.

- Y la Verdad -dije yo.

- La verdad ya es en si misma...

Y era cierto. No haríamos el amor y tampoco había necesidad de hacerlo; al menos no en aquel instante... aunque a mí me diese pena no poder poner a nuestro encuentro ese broche final. Era sólo una idea preconcebida -me di cuenta quizás media hora más tarde frente a esta pantalla-. Me salvaba. Nos salvaba. No es bueno equiparar a las personas con finalidades porque así nos condenamos a encasillarnos en papeles pre- establecidos. Magia no hubiera sido terminar haciendo el amor: Magia fue que rompió mi número cuando me alcanzó en la carretera.

Anoche hablábamos de este lugar... y eso pareció sorprenderle a él, el que yo eligiera este nombre... 'El cenote de los deseos' y Oaxaka (con 'K')

- ¿Sabes? Yo estuve en uno en...

- En Chichen Itza

- Sí. - contestó él

- Ese fue en el que yo pensé. El que yo elegí...


Y comenzó a contarme muchas cosas: de pueblos y de habitantes, de la selva lacandona... Puerto Escondido fue la única vez que él se bañó en el Pacífico incluso me señaló con un tono especial, un lugar llamado Avalón y allí se detuvo para hablarme de una mujer anciana y una mujer joven... la mujer de mayor edad y la de menor edad de un jefe lacandón... Se emocionaba al describirlo pero yo lo único que podía hacer ya... era mirarle. No quise decirle:

- Hace minutos que no soy capaz de escucharte... sólo puedo oírte...

La atención concentrada es dispersa. y algún día tendré que pedirle que me hable de todo ello de nuevo porque me gustaría que él me enseñara todo lo que él puede enseñarme; porque es de él de quién yo elegí aprender.


No sólo los maestros eligen y el caso es que no importa quien te hable de la selva por primera vez... sino con quién te internarías en ella, sin dudas... y yo me he encontrado cara a cara ... con ese 'con quién'. Soy una mujer afortunada.


Nuestros encuentros están poblados de sospechosas coincidencias y para no perderle sólo tengo que encontrar una respuesta a un enigma: Si la traición es como un pantano de arenas movedizas y nos aguarda y sin cruzarlo no hay 'plenitud' (al menos para mí)... ¿Cuál es el camino?

26/09/2003 12:58 (*Tampoco en este caso he podido acceder de forma fácil a la gráfica imagen que ilustraba este fragmento de la bitácora)

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