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La Tela de AraKne

Domingo 16 de mayo y días anteriores

Domingo 16 de mayo del 2004

Me levanté muy enferma otra vez. Ayer tarde comenzó otra de mis crisis. Por supuesto que no iría a la carrera que organizaba el ayuntamiento de xxxxxxxxx pero puse el despertador para acudir a la final del segundo memorial xxxxxxxx

A Santos le envié un mensaje (bueno no, dos, porque no estaba muy segura de haber enviado bien el primero) sólo diciéndole: >. Nada más. Habíamos quedado en encontrarnos a la puerta del xxxxxxx a las once menos cuarto; así que no entiendo porque razón me llamó luego a las once. Yo escuché la llamada pero no le contesté y ni intención tengo de hacerlo ahora o nunca. Si hay algo que detesto, y que me deja absolutamente fría es el que se equivoquen conmigo y él ya se ha equivocado demasiadas veces... Para mí está muerto y si alguna afectividad le tuve en el pasado he de decir que hoy por hoy ya no existe; y ni siquiera creo, al menos por mi parte, que exista la atracción física. Todo tiene un límite y cuando uno lo rebasa... esta claro que ya no hay vuelta de hoja.

Y me pensé si el cuerpo, en realidad, lo que estaba haciendo era advertirme de que no fuera hoy a ninguna parte porque así no habría visto, ni sentido... pero he visto y sentido demasiado. Aunque antes de todo lo que ocurrió leí algo que me ayudó muchísimo. Susana me señalaba una cosa muy importante que como convive conmigo a diario, a mí, era hasta lógico que se me pasase desaparcibida. Susana me decía: '''Creo que le asustará saber hasta qué punto es importante para ti, creo que de entrada acojona un poco saber que eres importante en la vida de una persona, y más de una persona así como tú: que no se amilana ante la primer dificultad y que lucha por conseguir aquello que quiere'''. Y creo que Susy ha dado justo en el blanco. Lemprier también me lo dijo un día: '''A ti ganarte no es que pierdas... sino conseguir que tu misma te rindas: lo más difícil'''. Lo dificil sí, porque yo un día estoy cansada y flaqueo, como todo el mundo pero eso sí, sino es mañana será pasado pero recordaré... y olvidaré puede que todo menos aquello de que no quiero rendirme. En eso soy como Serengueti o ella es como yo...

Si mis dolores y mis articulaciones inflamadas me lo permitieran os pondría con gusto al tanto de todo lo acontecido en la semana pero me temo que en breve tendré que volver a la cama a ver si logro aliviarme con el calor de la almohada eléctrica (antes probe con hielo, y antes de eso con más calor) y se me pasan estos mareos y este malestar general. Yo creo que lo peor de todo son esos síntomas... porque al dolor y a las molestias estoy más acostumbrada. Pero de todas formas dejo este 'tópico' que he iniciado abierto con ese fin y a modo de resumen ... os iré contando... Espero que vosotras queridas mías os sintáis mejor de lo que yo me encuentro hoy, aunque hoy ya me encuentro muchísimo mejor que ayer (ayer fue horrible y es la segunda crisis en poco más de quince días) y por favor: no me deseis que me mejore y esas cosas porque lo detesto. Sólo quiero llorar libremente si me apetece, ¿de acuerdo? y a ser posible en silencio porque sino me sentiré mucho peor.

Un beso

Lunes 10 de mayo del 2004

No vi a Serengueti ni a su padre y comencé a preocuparme. ¿Abandonarían el parque por causa mía?. Su abuela Pura asomó por allí pasadas las siete pero no la enfrenté. Les buscó en el interior del bar y luego se fue. Eso, en parte, me tranquilizó.

Pablo había traído el coche. Lo vi llegar cuando entrenábamos fuera con los chavales.Al pasar por nuestro lado le hizo un comentario a Julio: '''Qué tal amigo?'''. ¡Cínico!. Ahora yo sé lo que piensa de todos ellos; ni siquiera le dan ninguna pena. Por él podrían morirse todos y la sociedad sería más perfecta... ¡Qué no llueva, qué no llueva, por favor qué no llueva!. Y cayeron cuatro gotas pero el tiempo aguantó. Hacía un calor turbió y yo me sentía cansada, no sé si de estar allí así que llamé a 'en las nubes' que me invitó a cenar con ellos. stephen estaba trabajando de tardes y le dije: '''¿Ves?. Tú tenías miedo de que él fuera a enamorarse de mí y yo lo que tenía era pavor de que sucediese esto...'''. '''Pero, qué es esto''' -me preguntaba ella. '''Tienes que darle tiempo para que lo mastique. No le va a ser nada fácil'''

Me pide que recoja a Santi a la llegada de la guardería al día siguiente y eso decide por mí. Por la mañana iré al centro de salud y me enfrentaré a él

Martes 11 de mayo del 2004

Él nunca me ha visto con gafas. Bueno, en realidad nadie. Siempre me ha dado mucho complejo, auténtica vergüenza pero la semana pasada me hice unas gafas nuevas (me gustaron las de mi madre, o sea que iguales), y una fotos con ellas dónde no me encuentro tan horrible como antes, cuando era más joven y bonita. Así que como terapia decido que iré a verle con gafas.

Es ridículo pero ponerme las gafas necesito antes colocarme las lentillas porque si no no podré pintarme y peinarme. ¡Ay!, menos mal que estoy sola y esto no se lo cuento a nadie porque si alguien me viera por una rendijilla... Cada día me siento más fea. Yo antes, hace años, me quejaba de mis rasgos dulces pero no pensaba en cómo me sentiría cuando los fuera perdiendo. En el fondo me gustaban mis rasgos dulces y mi dulzura que ahora se oculta bajo capas y más capas de barnices añadidos de sufrimiento y dolor y duras cortezas (y el alma se refleja en la cara). Mi suavidad extrema que no la conoce nadie (ni nadie se la imagina) a no ser Pablo y en su estado más puro. Es gracioso que sólo con Pablo haya podido llegar a mostrarme tal como soy como mujer; con él que no descubre nada de sí y ya empiezo a pensar que es porque no hay nada en él que descubrir...

Por el camino bien, varias veces hombres distintos me dicen que estoy muy guapa. Y es una tontería pero hay días en que eso se agradece... éste por ejemplo. Me he puesto una falda larga y un cuerpo sin hombros pero con mangas que me compré en Zara la otra tarde y que me fascinó. El conjunto parece un vestido negro ceñido. Intento estar elegante. Llevo zapatos de tacón (qué raro para mí) y un abrigo de color camel. Intentar mantener una pose elegante es lo único que me queda tras un desnudo integral como el que se me ha ocurrido entregarle. ¿Sabéis lo que me imaginaba?

Una vez leí un texto que escribió Lempier una mañana de agosto; creo que allá por el año 2002. He intentado buscarlo ahora para repasarlo pero no se encuentra en el abarrotado archivador en el que yo solía guardar sus cosas ( aunque en realidad eso no fue del todo cierto hasta hace un par de meses en que me dediqué a recopilar todos los papelajos impresos que con el tiempo había ido acumulando)

Bueno, la protagonista de aquella mañana, quizás mejor sería decir noche, era una antigua compañera de instituto y se la había encontrado 'aparecida' en uno de esos garitos que él solía frecuentar en el verano y que estaban abarrotados de tipos como él, bebiendo y tal vez pensando y también de rubicundas turistas con vocación de langostino a la parrilla como él solía llamarlas y claro de sus inseparables ''amigas'' eslavas dejándose sobar, fueran putas o no... y nunca olvidaré la sensación que me produjo aquella lectura porque él podía ser cruel cuando quería pero no tan desoladoramente cruel como lo era en aquella mañana en que sólo se limitaba a describir con su desapegada voz de cronista el inexorable paso del tiempo sobre aquella hembra patética que en tiempos pasados de juventud había sido una mujer hermosa. ¿De qué la tildaba?. ¿De libélula envejecida?. No, así la retrataba él o me la imaginaba yo. Daba igual como la llamase porque la pintaba como un insecto picajoso y trasnochado que movía sus brazos y que en el pasado habiéndolo ignorado hasta con malicia, cuando una cohorte de admiradores se la disputaba en la cumbre de las ninfas, hoy que no era más que colgajos de pieles, laxitud y rastrojos del encanto perdido, lo que más parecía desear en el mundo era llamar como una desesperada su atención...

Supongo que eso forma parte de la prerrogativas del narrador: retratarnos un instante con la fidelidad con la que nosotros, que no estuvimos ni presentes, lo recordaremos...

Agosto no había sido el mes sino mayo, un once de mayo aunque me ha resultado imposible dar con aquel recorte de su caja de entomología... ¿Cómo entonces lo dato con esa precisión?. Porque la palabra escrita es nuestra memoria, al menos es mi memoria... y lo que fue escrito mientras no perece o alguien lo atesora persiste en el recuerdo. Una noche y durante 24 horas él dejó abierto para mí todo aquel capital de letras que había puesto a buen recaudo de las mentes curiosas tal vez, unos meses atras... y en un compás de espera. Yo no adivinaba entonces que habría de borrarlo todo pero quizás lo intuía y me lancé como poseída a aprovisionarme, para mis inviernos futuros si es que estos llegaban a existir, de aquel manantial de ideas exuberantes y de cultura de rancio abolengo que destilaba entre los más de cuatrocientos mensajes de los que su libro de invitados había sido destinatario... del Agua del Mundo... que a veces fluye por boca, labios o mano de algunos hombres y mujeres excepcionales... Supongo que me estoy haciendo menos terca y comienzo a aprender a darle un margen de confianza a las mayúsculas de esos Otros. ¿Resulto críptica?. Sí, probablemente sí ¿pero cómo evitar serlo si ni yo misma sé bien lo que estoy empezando a querer decir?. Y no, no estaba pensando en mí cuando mencionaba a esos Otros pero me ocurre algo complejo de explicar. A veces cuando me leo y no hace falta (necesariamente) que transcurra demasiado tiempo entre lo que fue dicho y luego es releído (bastan minutos u horas), me ocurre que me resulto extrañamente ajena. Entonces hasta yo soy Otra que no reconozco... y eso supone una trampa magna porque uno acaba atándose por propia voluntad a esas sensaciones desconcertantes aunque sublimes que le obligan a cribar los mismos senderos recorridos y sin descanso en una suerte de trabajo ímprobo

(comentario sin finalizar)

3 comentarios

anonimo -

k xulo podr tnr informacion sobre hace tanto tiempo

Anónimo -

[b]tQ_*

/G.[/b]

Anónimo -

kllllll