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La Tela de AraKne

Como si fuera otra...

Como si fuera otra... Una vez pensé que no valía nada...
No, tal vez me he quedado corta (aunque es raro que peque de escasa pero hoy...); eso llegué a pensarlo durante mucho tiempo o quizás demasiadas veces... más de la cuenta, hasta que perdí la cuenta y como se comprenderá (puede que aquel que sea capaz de entenderlo) así era imposible quererse ni el mínimo necesario para comenzar a construir un cielo abierto bajo las estrellas en el que guarecerse: no había sitio en la vida para mí o no lo tenía ni medio claro... por eso transité en la oscuridad como pude, tentándola o a lomos de algunas madrugadas hendidas por las sombras chinescas... de preguntas, permutas, quejas de sobremesa, lágrimas en las almohadas.

Quiero contar (C-A-N-T-A-R) que sobreviví a aquello (eso para hablar de la esperanza, para concederle el valor que merece) y que hoy me quiero lo bastante como para ser capaz hasta de querer a otros, de convidarlos a mi abrazo, a mi ternura, para atecharlos de esa dureza con que golpea el granizo o la lluvia de despropósitos de lo terreno cuando acomete.

Abrí este lugar hace unos meses y lo abandoné. Me fuí a cuidar de mis muertos. Sólo uno, a velarle. Y ahora regreso porque era un pozo insomne (que no insondable), sin nombre y a la luz de la luna me han armado 'caballero'.

No recomiendo intentar abastecerse de metáforas; así como tratar de entender éstas... Me da que te sería imposible por eso lo que te recomiendo que no me tomes como un reto porque yo elijo mientras pueda y tampoco lo hagas al pie de la letra

Las palabras cambian cuando mueren las sensaciones, desaparecen... Hasta aquí llegan las mías de esta tarde, hasta que se extingan como hojas de otoño arrastradas por el viento.

No soy ni más ni menos persona que tú. ¡Por favor, no me hagas parecerlo!.

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